¿Lidiando con la ansiedad?
La ansiedad es vivir el temor, y es algo natural.
El problema es cuando es generalizada y día tras día vives con ella.
“Despertar día tras día con nerviosismo y agitación. Que te asalten continuas dudas sobre ti, sobre el día, sobre las relaciones, sobre lo que haces y el futuro…¿cómo paro esto?”
Si te suena este estado que acabo de describir, desde luego que no estás sólo; la ansiedad crónica, la continua preocupación compulsiva están al alza en toda la población.
Vamos a comprender primero que nos pasa. Podemos entender que la ansiedad es una respuesta natural y evolutiva al estrés. Nuestro inconsciente reacciona con ALERTA hacia la incertidumbre, lo nuevo, lo potencialmente peligroso… El problema es cuando en vez de ser algo puntual que te prepara para la ACCIÓN OPORTUNA, se cronifica en el tiempo, o es exagerada a las circunstancias reales.
“El temos agudiza los sentidos, la ansiedad los paraliza”
Y en tal caso, el mantenimiento de ese estrés crónico comienza a manifestar síntomas físicos, mentales, emocionales y también físicos: sensación de agitación y temor permanentes, aumento del ritmo cardíaco, debilidad y cansancio, insomnio, temor a las relaciones interpersonales, bloqueo, etc…
La ansiedad generalizada suele hundir sus raíces en patrones psicológicos que creamos en nuestra infancia. De modo que pasan cosas en el presente, y respondemos con patrones del pasado como preocupación, procrastinación, perfeccionismo, desvalorización, etc.… y Es una respuesta totalmente automatizada e inconsciente.
El niño que fuimos aprendió (con los pocos recursos que tenía) a responder de esa manera ante la vulnerabilidad y el dolor que sentía cuando vivía procesos de inseguridad, falta de reconocimiento, situaciones traumáticas, incertidumbre… la verdad, no lo supimos hacer mejor.
Así, año tras año, fuimos repitiendo patrones emocionales y de conducta. Y ante algún suceso semejante, nuestro sistema nervioso, nuestra conducta automática responde igual.
Ahora somos adultos, ahora tenemos a nuestra disposición otras herramientas.
Necesitamos técnicas que despierten consciencia del momento presente, parar para tomar perspectiva de lo que vivo, y de lo que en realidad sucede. Perspectiva para poder redirigir nuestra mente.
Así, nuestro mayor enemigo: es la inconsciencia. La automatización de hábitos mentales y de conducta nos lleva a sentir que no somos dueños de nosotros mismos.
Lo primero siempre va a ser parar y despertar al PRESENTE.
Algo que ayuda muchísimo es ESCRIBIR. Ya que para empezar, al escribir vamos ralentizando el pensamiento, bajando velocidad. Y nos vamos escuchando.
Puedes coger papel y boli, y escribir todo eso que te preocupa, todo eso que te genera ansiedad: PORQUE HAY QUE PONERLE NOMBRE y apellidos.
Si no lo nombras, no eres capaz de delimitar aquello que temes. Y se tiene muchísimo más temor a lo indefinido que a lo definido.
Cuando definimos y concretamos que hay detrás de mi miedo: vamos convirtiendo los obstáculos y miedos en PROYECTOS a resolver. Paso a paso. Nos da la oportunidad de ir centrando nuestra mente y energía en los temas que he de resolver.
Muchísimas veces necesitaré ayuda para ello: tu amigo, un familiar o un terapeuta… que te ayude a seguir definiendo y te de ánimos para hacer pequeños cambios.
Sin duda, una vez que ponemos nombre a lo que nos pasa, ya estamos en MARCHA.
Después habrá que ir poniendo pequeños cambios en nuestros hábitos del día a día. Ir cambiando esos pequeños “malos” hábitos que aún me generan más nerviosismo, por otros que me lleven a la calma, la autoconfianza, la salud, etc…
Ahí encontrarás que la alimentación saludable, el ejercicio, las técnicas de respiración del yoga, la amistad, el baile, la meditación… esas pequeñas cosas que en el día a día puedes incorporar, a la larga te cambiarán la Vida
Y tú, ¿A qué esperas?
Leire Jauregi “Asha”
